Abel Antonio Ramírez Juárez 1 

Trabajo presentado en “El yo y ello, leer los manuscritos, abrevar en los orígenes” organizado por la Sociedad Freudiana de la Ciudad de México SFCM

1 Candidato a psicoanalista SFCM

El presente trabajo tiene por objetivo hacer una breve reflexión acerca del proceso de definición del yo en la teoría psicoanalítica freudiana, a través de un sucinto recorrido desde los atisbos de 1890 hasta una posible ensambladura teórica en 1923, su relación y vigencia con base en viñetas clínicas actuales que pretenden aportar a la continuación de la discusión en el marco de los cien años de la publicación de esta obra fundamental en la comprensión actual del psiquismo humano.

Las viñetas pretenden dar cuenta de algunas situaciones que se presentan en general en la consulta.

Acude a sesión una joven de 23 años, desde hace 6 años presenta anualmente intentos de suicidio, tras la crisis se ha constituido que quede internada en el hospital psiquiátrico, al salir del internamiento,acude a consultas de seguimiento, en las cuales sele medica clonazepam, cajas del fármaco a libre disposición, la combinación con alcohol u otras sustancias, no es extraña.

La joven tiene todo el tiempo episodios de agresión a su cuerpo, flagelaciones, golpes, azotes se acompañan de enfrentamientos con las personas con las que tiene una relación afectiva intensa, madre, pareja y hermanos.

Estar sola, ha funcionado a modo de limitar el contacto con los demás, sin embargo,en esta condición las voces que la denigran incrementan su presencia, salehuyendo, busca y encuentra relaciones sexuales con desconocidos, sigue huyendo… 

En 1891el Dr Freud, médico vienés escribía alrededor de las afasias, hombre de su época obsesionado con la fama, hacía experimentos y llegaba a conclusiones en el marco de la ciencia dura, el dato es que quizá sin imaginar la trascendencia de sus propuestas ofreció lo que sería el primer esquema del aparato psíquico. El aparato fonador directamente ligado a los órganos perceptivos, pero también relacionado con representaciones internas de los objetos del mundo exterior.

La mentoría que ejerció Breuer en su discípulo le pondría en contacto con Anna O, el cuadro sintomático ofrecía una tos severa, parálisis, trastornos de audición, visión y habla,alucinaciones y pérdida de conciencia.

En el texto “Sobre el mecanismo psíquico de fenómenos histéricos: comunicación preliminar (Breuer y Freud)”(1893) se versa alrededor del trauma como cuerpo extraño en la etiología de la histeria, asimismo, la posibilidad del habla como forma y método para acceder a una conciencia separada de la cotidianidad y asociada a un mundo interno, que responde a una lógica distinta de la convencional.

La intuición de que el afecto coagulado a modo de evento traumático que promovía una condition seconde estaba ligado directamente a una vivencia sexual, fue un aporte inicial a este edificio en cimentación llamado psicoanálisis.

Se sabe que hacía 1894-1895 muchas y grandes ideas bullían en la cabeza de Freud, misma que quedaron estampadas en el “Proyecto de psicología”(1950 [1895]) propuestas como sistema percepción conciencia, funcionamiento neuronal, huellas mnémicas, vías de facilitación, principio de constancia, principio de realidad y principio de placer, estaban ya incorporados y no se abandonarán en toda la construcción teórica psicoanalítica.

Siguiendo a Laplanche y  Pontalis(1983): “La función del yo es fundamentalmente inhibidora. En lo que Freud describe como experiencia de satisfacción él yo interviene para impedir que la catexis de la imagen mnémica del primer objeto satisfactorio adquiera una fuerza tal que desencadene un indicio de realidad a igual título que la percepción de un objeto real“ es decir el yo es en este momento la instancia que discrimina las representaciones tanto internas como externas y decreta o posterga la descarga.

En “El autoanálisis” el autor revisa la perspectiva de Freud en esta época del psicoanálisis, en palabras de Anzieu (1959) Freud “Hizo del yo una noción importante, ligándolo a las funciones de inhibición y de prueba de la realidad y vinculando la conciencia solo a una parte de la vida psíquica” es decir hablamos de un aparato psíquico, más que lo que después iremos concibiendo como el yo-del yo y el ello-.

Freud describe el yo como una organización de neuronas o una organización de representaciones que tiene varias funciones: facilitación de vías asociativas, catexia constante de origen endógeno-pulsión-No es el individuo ni siquiera el conjunto del aparato es sólo una parte de éste.

Con la publicación de la “Interpretación de los sueños” (1900) queda establecida la primera tópica de la propuesta freudiana -hacer consciente lo inconsciente- los enunciados perfilados en la carta 52 quedan desplegados en el capítulo VII de esa obra magna. Polo perceptual, transcripciones y polo motriz, entre otros.

El yo se puede distinguir a partir de algunas de las funciones del aparato psíquico, como agente defensivo, como fuerza inhibidora sobre el proceso primario y como organizador de las pulsiones libidinales.

El paciente es un médico de 26 años, hombre corpulento, bien parecido, se considera irresistible a la mirada de las mujeres y homosexuales, constantemente recibe propuestas sexuales y con gusto accede a vincularse con mujeres jóvenes o maduras, ha tenido varios intentos por consolidar una relación de pareja, acude a consulta pues tuvo un episodio de violencia con su actual pareja, desencadenado por su falta de erección que desembocó en un drama, en el cual él lloró y suplicó a su pareja no lo abandonara; alotro día una antigua novia le llamó, se encontraron y pudo concretar el actosexual.

Su padre, un hombre dueño de un negocio de embutidos en una ciudad alnoreste del país, ha sido un hombre complaciente con su hijo, siempre está dispuesto a proveerlo económicamente, le pregunta por sus conquistas, festeja sus logros con las mujeres, vive divorciado de la mamá del paciente y reacomodado en casa de su propia madre.

En la dinámica transferencial,el paciente atenta contra el encuadre de manera permanente, llega tarde, quiere cambiar de horario, súbitamente quiere que la sesión sea a distancia…

El componente sexual en la teoría psicoanalítica se convirtió en piedra angular, la transferencia de Anna O hacia Breuer y la transferencia de Dora a Freud, estaban coloreadas por los matices de la sexualidad infantil, es hablando del pequeño Hans que se consolida lo que en “Tres ensayos para una teoría sexual” (1905) se posicionaba ya como elemento concentrador de las neurosis, el Complejo de Edipo, a saber.

La reflexión acerca de esta temática adquiere particular dimensión si ubicamos las expresiones de la sexualidad en el contexto actual, por ejemplo el primer ensayo de los Tres ensayos para una teoría sexual (1905) se denomina “Las aberraciones sexuales” me parece, que dadas las características socioculturales de la época, fue un acto de valentía poner sobre la mesa de la gente “normal y saludable”, todo el conjunto de situaciones propias de la sexualidad humana y que por efectos de una moral de raigambre,no podían ser enunciadas sin perder la “compostura”.

Hoy desde la propuesta de “El yo y el ello” podríamos reflexionar acerca del “fenómeno trans” ante la posibilidad de construir una epistemología que permita dar cuenta de las subjetividades, de la relación entre psique y soma, hoy que la ciencia médica ofrece la posibilidad de plastificar el cuerpo,más allá de lo que la psique pueda elaborar.

Sería el hermafroditismo psíquico propuesto por Freud un factor en esta profunda reflexión se sabe que la propuesta de la vida pulsional y las relaciones de objeto es una metapsicología que se impone al conflicto psicosomático.

Se presenta ella a solicitar consulta, la falda y el cabello largo contrastan con sus huesos anchos y su rostro maquillado, el motivo de consulta es la dificultad de consolidar una relación de pareja, muchos pretendientes que sólo buscan satisfacción sexual, ella es complaciente dice entusiasmarse, pero cuando se inicia la vida social, la pareja en turno se avergüenza de ella (él) y encuentra la forma de alejarse.

Ha iniciado un proceso de transición, consume hormonas y está investigando el procedimiento para la intervención quirúrgica, su familia está dividida con relación a su orientación sexual, la madre le apoya, pero el padre la corrió de casa.

Insisto, nada le da más dolor que la reacción de alejamiento de la pareja en turno, sólo quiere ser amada, tal como es, ese dolor le destroza, cómo seguir si siempre está sola…

Un factor que Freud analizó y que tiene que ver directamente con la constitución de un yo es la Introducción del narcisismo (1914) con base en la publicación del Dr. Schreber acerca de sus procesos alucinatorios y delirantes, se observa que la energía libidinal se vuelca sobre la persona propia, lo que supone la inflamación del yo y su corolario distintivo, el delirio de grandeza.

La concepción de algunas nociones influyó notablemente en el desarrollo del concepto del yo, desde la perspectiva del narcisismo el yo es consecuencia del autoerotismo, el yo puede ser objeto del yo, la identificación es el proceso constitutivo del yo. 

La aparición de “Más allá del principio del placer” (1920) evidencia en la obra de Freud que algunas acciones presentan una tendencia hacia lo inerte, el juego del piolín y el carretel, el fort da como principio que trasciende la mera satisfacción y que también trasciende al principio de constancia, -mantener la tensión al mínimo- la repetición más allá de la elaboración.

Así llegamos a 1923, digo a 2023, cien años de la aparición de “El yo y el ello” una obra trascendente por su vigencia, segunda tópica como quien busca un lugar visualmente reconocible, ciertamente en el cuerpo del texto se puede encontrar otro diagrama, un esquema que en sí mismo no alcanza a dar cuenta de la complejidad de la propuesta freudiana.

La conciencia que es la base del primer modelo metapsicológico, ahora es con mucho solo una parte nuclear del yo, pero hay en el yo una gran cantidad de inconsciente, sus funciones son control de la motilidad, la percepción, prueba de realidad.

La lógica de la ciencia positiva encuentra una particular preferencia por lo visual, no es extraño que algunos equipos de diagnóstico médico tengan su base en la imagenología, por ello la posibilidad de acceder a la particularidad del otro a partir de escuchar, implica la dificultad de representar gráficamente al aparato psíquico, como si se buscase el límite entre una instancia y otra, bajo esta lógica, el gran impulso a la teoría freudiana consiste en la gran posibilidad de dar paso a la escucha, escuchar la palabra, creer en la palabra y como la palabra permite acceder a la realidad psíquica y con ello a toda esta teoría que hoy nos convoca.

Sin duda acceder a la comprensión de la represión como forma instituyente de lo inconsciente, es decir, esfuerzo de desalojo, que permita al aparato mantener la tensión en un bajo nivel,por ello Freud se pregunta acerca de cómo algo deviene consciente, o sea preconsciente “por conexión con las correspondientes representaciones palabra” es decir representaciones cosa que transpusieron su investidura para hacerse representaciones palabra a través de las huellas mnémicas, sin embargo no todo lo inconsciente es reprimido, mociones pulsionales pudieran acceder a lo preconsciente se aprecian como fuerzas indomeñables que rigen la vida inconsciente del sujeto. Fuerzas que dan energía y fiereza a los dictados del superyó, al mismo tiempo que proclaman la libertad de ello inclemente.

Aquí es donde aparece la figura de Georg Groddeck quien afirma que lo que “llamamos nuestro yo, se comporta en la vida de manera especialmente pasiva y somos vividos por poderes ignotos e ingobernables. 

En el principio ello, por efecto de contacto con la realidad, a partir de esta instancia elloica se conforma una faceta que llamamos yo, el mismo ello con base en el motor que le proveen los deseos incestuosos, la sexualidad infantil en general, propone una sedimentación del yo que conjuga el ideal del yo y el yo ideal, tras el sepultamiento del complejo de Edipo: el superyó.

Dando seguimiento a la propuesta de Pulsiones y destinos de pulsión (1914) que encontró un puerto para su observación en Más allá del principio de placer (1920) la pulsión como ese concepto fronterizo entre lo psíquico y lo somático, adquiere relevancia en este texto, pues son las pulsiones de vida y pulsiones de muerte las que implican directamente el funcionamiento de esa breve superficie que denominamos Yo.Las luchas entre la vida y la muerte, entre eros y tanatos.Ante este escenario, Los vasallajes del yo.

En palabras freudianas: “Así como el niño estaba compelido a obedecer a sus progenitores, de la misma manera el yo se somete al imperativo categórico de su superyó”(1923:49) o bien “Mientras más un ser humano sujete su agresión, tanto más aumentará la inclinación de su ideal a agredir a su yo”(1923:55) ya para finalizar “El ello a quien nos vemos reconducidos, no tiene medio alguno para testimoniar amor u odio al yo. Ello no quiere decir lo que el ello quiere, no ha consumado ninguna voluntad unitaria. Eros y pulsión de muerte luchan en el ello; dijimos ya, con que medios cada una de estas pulsiones se defiende de la otra”(1923:59)

En la clínica se puede percibir la demanda angustiosa de la persona, su faceta ignominiosa y desconcertada ante sus propias respuestas a fenómenos cotidianos, la mujer de la primera viñeta lucha contra la realidad, se defiende de la realidad o lucha contra la instancia dominante de su aparato un superyó enloquecido de ello, que le demanda, le exige satisfacción impostergable, angustia de muerte que busca lo inerte como forma de defensa casi siempre falible.

El hombre ama y desea, pero ¿qué desea? deseo edípico transgresor, que inhibe su funcionamiento genital, ama a su pareja para no satisfacerla o ama a la amante prohibida, qué deseo cancela la erección, qué deseo le convierte en infante sometido a la prohibición superyoica frente a la pareja-madre, cuál es la cara del yo sufriente que enfrenta al mundo, envalentonado por su potencia sexual, disminuido por la flacidez o sumiso y lloroso frente a la amada insatisfecha.

Qué es lo trans en la paciente, acaso su morfología, la dificultad de la vida social, cuál será el imperativo que determine su desempeño cotidiano, ella puede ofrecer sexo fácil, conseguir genitales que hacer sucumbir, pero parece que su demanda es una demanda de amor, ser amada, en su esencia, esencia que es denegada y que su identificación le dirige por extraños senderos.

La vida pulsional no cesa, clama y reclama, impone, castiga y si no fuera suficiente va dejando el sentimiento inconsciente de culpa como rastrero mnémico que se pierde en la censura, el superyó en el ello. El yo es ciervo, sus amos le ofrendan una faceta, una proyección que es la que ha de entenderse con la realidad, en tanto, los amos despliegan sadismo hacia ese yo empobrecido, inhibido y angustiado.

El psicoanálisis parece hoy una trinchera, hoy que nuevas situaciones implican al sujeto, infancias trans, fertilizaciones in vitro, vientres de alquiler, identificaciones sexo genéricas, ante el fenómeno humano las respuestas masivas, las estadísticas como forma de calificación y clasificación, las terapias de lo inmediato, los fármacos de abuso como soluciones perdurables, el sujeto sigue siendo victimario y víctima de sus pulsiones, de su represión y de su respuesta siempre avasallada, siempre sumisa, siempre ajena. El genio de Austria sigue iluminando la clínica actual, sólo hay que releerlo una vez más.

Abrevar de los orígenes no significa cancelar nuevas aportaciones, sin duda valiosas, recurrir a la obra freudiana es la posibilidad de aventurar que la segunda tópica es una propuesta, es el inicio de lo que hoy nos ubica, es saber que el psicoanálisis sigue en construcción.

Mayo de 2023

Bibliografía.

Anzieu, D. (1959) El autoanálisis de Freud y el descubrimiento del psicoanálisis. México.: Siglo XXI Editores

Breuer y Freud (1893-95)Estudios sobre la histeria. Tomo II Buenos Aires, Argentina.:Amorrortu editores.

Freud, S. (1891) La afasia. Buenos Aires, Argentina.: Nueva Visión9 

———(1950[1895]) Proyecto de psicología. Tomo I. Buenos Aires, Argentina.:Amorrortu editores.

———(1900[1899]) Interpretación de los sueños.Tomo IV y V.Buenos Aires, Argentina.: Amorrortu editores.

———(1905) Tres ensayos para una teoría sexual.Tomo VII.Buenos Aires, Argentina.: Amorrortu editores.

———(1914) Introducción del narcisismo.Tomo XIV.Buenos Aires, Argentina.: Amorrortueditores.

———(1920) Más allá del principio del placer.Tomo XVIII. Buenos Aires, Argentina.: Amorrortu editores.

———(1923) El yo y el ello. Tomo XIX. Buenos Aires, Argentina.: Amorrortu editores.

Laplanche, J. Y Pontalis, J-B. (1967) Diccionario de psicoanálisis. Buenos Aires, Argentina.: Editorial Paidós.