SFCM en – XXIV Encuentro Interregional de Psicoanálisis de niños y adolescentes de FEPAL

Por: Martha Inés Mariela, Leticia Villagómez Tovar y Angélica Ramírez

XXXIV Encuentro interregional de Psicoanálisis de niños y adolescentes de FEPAL ¿Tiranía o Desamparo? 1 y 2 de junio del 2018, Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (APdeBA)

La Sociedad Freudiana de la Ciudad de México (SFCM) fue invitada a participar en este Encuentro Interregional a través de su presidenta la Dra. Martha Inés Mariela como parte de la zona norte de FEPAL. Como representante de la zona sur de Latinoamericano, Ana María Sabrosa Gómez Nogueira, Sociedad Brasileira de Psicoanálisis de Río de Janeiro. De la Asociación de Psicoanálisis de Rosario, Argentina, Susana Paciaroni.

Fue un encuentro clínico y de supervisón, con presentación de trabajos libres sobre el tema. La Sociedad Freudiana participó en la supervisión de casos clínicos por Martha Inés Mariela. Los comentarios a la película, “Una semana solos”, fueron por Martha Inés Mariela, Leticia Villagómez y Angélica Ramírez.

Reseña 1 de 3

COMENTARIO A LA PELÍCULA: “UNA SEMANA SOLOS” 

Por: Martha Inés Mariela

El comentario se analiza desde la escena transferencial entre los actores y el momento histórico de vida, la pubertad, por el que los protagonistas atraviesan.
En torno a estos dos escenarios  se definen  dos polos conceptuales: los elementos identificatorios por un lado y la repetición como enlace transferencial.

Un grupo de chicos que si bien tienen  todas sus necesidades básicas satisfechas, no cuentan con recursos yoicos, ni de realidad externa que les permitan lidiar con los avatares propios de ese momento de vida.

Tomando una de las escenas centrales: un acto vandálico donde los chico se meten a una casa vacía y hacen destrozos en ella, se ve un acto violento que no implica dolo (voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud, nos dice la Real  Academia  Española). Esta característica de la escena, es interpretada desde la mirada psicoanalítica como acto tiránico; esto es, nos habla de ese bebe que Freud define como: “his Majesty the baby”, frente al cual no existe contención o límite alguno de ese otro parental, que permita generar subjetividad que de sentido al sujeto.  A ese ser en transformación que requiere de una exterioridad que le permita estructurarse.

Al mismo tiempo, podemos referir que la falta de este espacio intra, no favorece la posibilidad de una repetición de enlaces que también den cause al deseo de continuidad en el existir.

Se manifiesta en la experiencia vivencial del grupo aquello que yo denomino resistencia a transferir, a no poder generar en la repetición frente a otro, algo de lo propio: libido, afectos, deseo. Solo aparece un acto vandálico que lleva como finalidad inconsciente el llamado a “un otro” para ser contenido.

Desde el exterior, figuras de autoridad representadas en la empleada doméstica que los cuida y atiende, y en los guardias de seguridad de la localidad, personajes que son forzados a aparecer para contener, como una urgencia de ley frente al grupo. Así, desaparece la violencia del abandono de ese otro parental que en la película aparece solo en llamadas telefónicas.
Como recurso metapsicológico para pensar, la idea de un mimetismo con el deseo del otro: destruir- ser destruido-agotar la continuidad existencial. Así, se logra existir denegando la ausencia del otro.  Cuando ninguno de los chicos logra expresar algo sobre lo ocurrido, se dramatiza en el ” no pasa  nada” de la falta de significación lo no- encontrado, reflejado, o algo que permita en ese devenir identificatorio la posibilidad de un espacio  pulsional de vida.

El final abierto a la reflexión permite dibujar  un camino hasta cierto punto esperanzador, en donde la cineasta muestra en el vínculo  de la empleada preocupada, molesta y angustiada por lo sucedido, una ventana a pensar sobre las posibilidades de salida hacia el reconocimiento  de algo más que dé sentido.

Reseña 2 de 3

COMENTARIO A LA PELÍCULA: “UNA SEMANA SOLOS” (1)

Leticia Villagómez Tovar (2)

Una Semana solos, es una película argentina producida por Juan Villegas y dirigida por Celina Murga, con una duración de 1:32, en donde se plasman las marcas del desamparo, pero no únicamente el que viven los jóvenes protagonistas en esta semana en la que sus padres los dejan a cargo de la empleada doméstica y la hermana mayor. También es posible percibir las huellas que el abandono ha dejado desde temprano en sus vidas.

El desamparo es un sentimiento de desprotección que va acompañado de una sensación de vulnerabilidad, de soledad, de tristeza e incluso de miedo. Es una situación o estado de la persona que no recibe la ayuda o protección que necesita.

Los protagonistas de la cinta son seis menores de edad, al parecer cuatro de ellos son hermanos y los otros dos primos. El primer grupo de hermanos son María, adolescente; Facundo, adolescente; Tomás púber y Quíque un pequeño con aproximadamente cuatro o cinco años. El segundo grupo es el de los primos Rodrigo y Sofi, ambos en etapa latente. Aparece un tercer grupo, Ester y Juan, ella es la empleada doméstica de 23 años y su hermano Juan mayor de edad, que es invitado por ella, durante esa semana a la casa.

Las escenas transcurren en un lugar de descanso donde hay casas de campo rodeadas de grandes y cuidados espacios verdes llenos de vegetación. La lujosa casa habitada por estos jóvenes está equipada con lo necesario para tener una estancia grata, al parecer es propiedad de los padres de los cuatro hermanos. En este bello lugar dejan los padres a estos jóvenes durante un viaje que durara una semana, le llaman por teléfono a María, la mayor de ellos para preguntar cómo están.

En las escenas que van apareciendo en la película es posible observar los riesgos a que están expuestos estos jóvenes ante el abandono de los padres. Conducen en bicicletas cruzándose a los coches, María les da de beber cerveza, comen todo el tiempo lo que ellos prefieren, pasan viendo televisión y jugando con los videojuegos todo el tiempo sin ningún límite. Toman el coche para conducir a alta velocidad. El hermano adolescente se mete a la cama con María. María mete a la bañera a su primo púber y lo besa. Acuden a una fiesta y se embriagan al tomase una botella de whisky, también fuman. Entran a una casa que esta sin habitar a hacer destrozos, rompen vidrios, ropa, objetos, pintan con aerosol (grafitis). Sofi acude a la fiesta de los adolescentes y jóvenes mayores y se sube al escenario a cantar. Continuamente aparecen en la cita escenas de acercamientos sexuales que tienen entre si todos.

Los menores se quedan al cuidado de la empleada doméstica Esther, que no tiene autoridad sobre ellos, hacen lo que quieren con ella, no la respetan. Ella parece una persona opaca, desdibujada, ausente que únicamente atiende las necesidades domésticas y alimenticias. Hay escenas donde se presenta la influencia negativa que puede tener hacia los menores: en una le permite a Quique que esté jugando con la licuadora y cerca del fuego de la estufa, en otra aparece enseñando a Sofi los rituales de su religión cuando la niña le decía que en sus padres eran ateos, también le cuenta de su vida y le menciona que tuvo un hijo a los 18 años. Le permite a su hermano mayor que se involucre con los menores para hacerse cómplice en las destrucciones, Juan como se llama, permite que Sofi se acerque corporalmente a la habitación donde está recostado.

En dos ocasiones llega la policía a preguntar por lo que sucede, cuando manejan el auto por el barrio a toda velocidad y cuando hacen los destrozos de la casa vacía. La policía llega y pregunta quien está a cargo y María señala que ella ya que sus padres están de vacaciones.

Estos no hacen nada, únicamente le informan a la hermana mayor María lo que sucede, ella lo calla, cuando hablan los padres les dice que todo está bien. Me parece que hay aquí momentos donde llega alguien a tratar de poner freno a estos desbordes pulsionales sin conseguir pararlos.

Pasan los días y van apareciendo los sentimientos que acompañan al desamparo, la tristeza, sentimientos de soledad, desvalimiento, miedo, pero también lo pulsional se desborda y pone en peligro la vida e integridad de estos menores. Sofi se pone triste y deja de comer y se recluye en su habitación, Quique pregunta todo el tiempo cuando regresa su madre y se entristece.

Inicio mi comentario al señalar que estos registros del desamparo se ponen en juego de una manera más abierta ante la ausencia de los padres por una semana, considero que vienen desde la vida temprana de estos menores. Un ejemplo es el autoerotismo de Sofi, metida todo el tiempo en ella y su cuerpo, solo atenta a sí misma sin poderse desprender de su objeto transicional, elefante de felpa con el que vive apegada. Otro sería el que María permanece con las huellas de haberse comida las uñas por largo tiempo.

En estas escenas es posible comprender la falta de límites que cada uno de estos menores va presentando y sabemos los psicoanalistas que no surgen en una semana, están relacionados a los conflictos que vienen arrastrando desde temprano en sus vidas. Es como si la semana que pasaran solos fuera un corte que permita percibir la historia de sus vidas en el sentido libidinal, de estructuración psíquica y por consecuencia en su mundo de interrelaciones. Desde este lugar percibimos como las posibilidades de parar este desborde impulsivo podrían ser la policía, representante de la Ley, o la hermana mayor, también la empleada doméstica, los mismos padres comunicándose por el teléfono con ellos. Parece que esa contención interna no está dada desde temprano, su desamparo no es solo la semana de vacaciones de los padres parece una orfandad continúa a lo largo de sus vidas.

(1) Comentario a presentar en El Encuentro interregional de Psicoanálisis de niños y adolescentes de FEPAL, ¿Tiranía o Desamparo?, APdeBA, 1 y 2 de junio del 2018 en Buenos Aires, Argentina.

(2) Psicoanalista Titular con Funciones Didácticas de la Sociedad Freudiana de la Ciudad de México. Representante de niños y adolescentes de la SFCM en FEPAL.

 

Reseña 3 de 3

COMENTARIO A LA PELÍCULA: “UNA SEMANA SOLOS” 

Por: Angélica Ramírez Escamilla

Destaca, tras una larga espera, la soledad y el vacío absoluto, que al final con el acto de vandalismo, se hace presente con el enojo a la autoridad, a un padre y un Nombre del padre forcluído.

Los hijos saben que el padre no está, y aunque el espectador no le conoce, está presente en el absoluto vacío. Siempre necesario, tanto en los pequeños como modelo de identificación, como en los púberes y adolescentes con las inquietudes sexuales.

Su alternativa… hacer pequeñas pruebas y retar un despertar con una madre que aparece desdibujada, o bien, actos psicopáticos exigiendo límites.

A lo largo de la obra también se destaca el sentimiento de indefensión con los chicos en una convivencia sin adultos y con el hermano de la empleada doméstica, viviendo una realidad completamente distinta a la que él está acostumbrado, y que, aunque se desconoce, se hace presente con el intento fallido de los vínculos que se establecen.

Cargada de ausencias, lleva al espectador a los valores de la familia, la convivencia, la comunicación, el amor filial, la institución de matrimonio, el sustento, el cuidado de los hijos y la necesidad de presencia, contención y defensa de los menores. La sola enseñanza escolarizada y el sustento, no son suficientes.

Así mismo se entienden las diferencias sociales no solo en el país sino en los distintos países Latinoamericanos.

 

A continuación se Agregan

Enlaces de Referencia:

ENLACE PELÍCULA: https://www.youtube.com/watch?v=kwOJx6am0Ks

ENTREVISTA A LA DIRECTORA CELUNA MURGA: https://www.youtube.com/watch?v=IqhWm_HEIlQ

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